
El hecho tuvo lugar el día miércoles a la tarde, en inmediaciones del Águila.
El cuerpo de un bebé dado a luz y que habría muerto de forma traumática fue encontrado tirado envuelto con remeras, a un costado de la colectora de Ruta Nacional 12, a la altura del capitalino barrio San Jerónimo.
Por el hecho, la Policía inició una investigación que posibilitó tener bajo la mira a dos personas sospechadas de abandonar el cadáver del niño al aire libre en un sector descampado.
Al respecto, fuentes cercanas a la causa manifestaron estar trabajando en consecuencia a la espera de determinar si los sospechosos tienen, efectivamente, algo que ver en el delito.
El hallazgo sucedió el miércoles, poco después de las 17, cuando un ocasional transeúnte observó las prendas cubiertas de moscas.
El hombre, posteriormente, declaró en calidad de testigo y dijo creer que el bulto podría ser algún animal abandonado, pero lo conmovió el hecho de ver los brazos y piernas de un bebé.
De forma inmediata fueron alertadas las autoridades policiales. En principio a la zona concurrió un móvil de la Comisaría Novena.
Los efectivos constataron la existencia del cuerpo de una criatura completamente desarrollada, desnuda y con lesiones visibles, en principio producto de un avanzado estado de descomposición al aire libre en un día soleado y muy caluroso.
De acuerdo a los primeros exámenes médicos realizados en el escenario del hallazgo, la data de muerte sería de entre 12 y 24 horas. El cuerpo tenía algunos restos de cordón umbilical.
Luego de peritajes, el cadáver fue llevado al Instituto Médico Forense para los estudios pormenorizados.
Diario Época pudo corroborar que el cuerpo corresponde a un «varoncito» completamente gestado.
Hasta el anochecer trabajaron en el lugar autoridades de la Comisaría Seccional Decimosexta junto a la Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas a cargo de Sonia Meza.
Entre las medidas, se indagó en los registros de atención en hospitales y otros centros de salud a mujeres embarazadas que tuvieran fecha probable de dar a luz en estos últimos días.
La hipótesis central indica que el nacimiento ocurrió en un domicilio particular y el cuerpo estuvo ocultado algunas horas hasta que, pasado el mediodía del miércoles, decidieron arrojarlo en ese tramo de ruta donde no hay casas cercanas.
Para el movimiento debieron usar un vehículo. Por esto se presume que no solo la mujer que gestó al niño estaría involucrada, sino también alguien de su entorno.
Por la ubicación en la que estaba el cuerpo estiman que fue lanzado sobre el pasto desde el lado derecho del rodado en el que llegaron de sur a norte.
La búsqueda de datos condujo a la Policía a tener bajo la lupa a un par de sospechosos. Por esto no descartaban realizar procedimientos en procura esclarecer todo lo ocurrido.
En esta línea existía la posibilidad concreta del allanamiento a una vivienda.