La dueña del kiosco filmó al ladrón mientras estaba atorado en las rejas de la ventana, por donde ingresó al local con intenciones de robo. El delincuente, apodado «Maradonita», fue hallado con la mitad del cuerpo dentro del local. Pudo zafarse y escapar, pero luego fue detenido por la Policía de Corrientes.
La Policía de Corrientes informó este miércoles que detuvo a un hombre por el robo en un domicilio y por intentar entrar a cometer un ilícito en otra casa en la localidad correntina de Lavalle.
Efectivos policiales fueron alertados de que en un domicilio se había registrado un robo: un ladrón entró y sustrajo varios elementos del lugar.
Momento más tarde, el mismo sujeto se dirigió a otro domicilio donde intentó entrar a robar metiéndose por las rejas de una ventana, donde quedó atascado por un momento, hasta que logró liberarse e irse del lugar.
Ante el hecho, los efectivos policiales iniciaron una recorrida por la zona, logrando aprehender al malviviente de 30 años de edad. El mismo fue puesto a disposición de la Justicia.
La dueña del kiosco filmó al ladrón mientras estaba atorado a las rejas de la ventana, por donde ingresó al local con intenciones de robo.
Después de un esfuerzo a lo largo de varios segundos, el delincuente pudo salir de la incómoda situación y alejarse caminando; mientras la comerciante le reprochaba sobre lo sucedido.
El malviviente dobló parcialmente algunos barrotes del ventanal por donde la kiosquera suele atender a sus clientes.
Aprovechando la ausencia de la propietaria, se lanzó hacia adentro y después, cuando pretendió hacer el recorrido a la inversa, quedó atascado de la cintura.
Filmado
La comerciante al ver lo que pasaba decidió agarrar un teléfono celular y comenzar a grabar para tener pruebas de lo que estaba sucediendo. Sobre el piso del negocio quedaron algunos billetes desparramados. Sería parte de la recaudación que el intruso pretendía sustraer. «Salí, salí; andate de mi casa porque llamo a la Policía», expresó la mujer mientras el delincuente luchaba por zafar del atascamiento.
El Once