
La madre de la niña y su actual pareja son los principales sospechosos. Desde la Municipalidad aseguraron que la adolescente recibió atención de los organismos de Niñez
A mediados de diciembre, una nena de 13 años llegó a la guardia del Hospital Posadas de Saladillo con un cuadro de dolor abdominal, pero cuando fue revisada por los médicos advirtieron que estaba embarazada y en trabajo de parto, producto de un abuso sexual. Este domingo, vecinos de la adolescente llevaron su furia al punto más alto: protagonizaron una pueblada y prendieron fuego la casa de la fiscal de turno, Patricia Hortel. La Municipalidad emitió un comunicado en el que rechazó la violencia y ofreció contención para la joven.
Pablo Moscatello, director del Hospital Posadas de Saladillo, reafirmó en declaraciones televisivas que la joven ingresó a la guardia por un dolor abdominal. «Se le hacen todos los estudios correspondientes y ahí se ve que está el bebé en gestación. Ella ingresa en trabajo de parto, se sigue adelante y, una vez terminada la atención, se hacen las denuncias y actuaciones correspondientes», detalló. Si bien los hechos ocurrieron el mes pasado, se hicieron públicos recién este fin de semana.
La niña de 13 años, de quien no se conoce su nombre para proteger su identidad, llegó al hospital acompañada de una mujer identificada por los médicos como su progenitora. «La traía como que a la nena le dolía la panza, un dolor abdominal, y no sabía qué le estaba pasando», agregó Moscatello y precisó que esa visita al centro de salud fue la única que la niña tuvo en el último año. Por ese motivo, deducen que «nunca se le hizo un seguimiento ni tuvo un control».
Por el momento, la madre de la niña y su actual pareja son los principales sospechosos de la causa. En un primer momento, había trascendido que la madre de la chica era trabajadora municipal, pero este lunes el intendente local José Luis Salomón desmintió es información, aunque admitió que la mujer sí asistía a los talleres de oficios que ofrece el municipio.
Además, el gobierno local publicó un comunicado de prensa en el que indicó que «no se habían registrado denuncias formales, de vecinos, ni del sistema educativo, ni del sistema de salud que hubieran alertado sobre esta situación, lo cual impidió la intervención previa de los organismos correspondientes».
De todas maneras, las autoridades aseguraron que «desde el momento en que se presentó la denuncia formal, la joven se encuentra bajo el resguardo y la protección integral de los organismos de Niñez del Estado Municipal». De esta manera, se va a garantizar su seguridad, «brindándole un acompañamiento profesional y humano en esta compleja situación», publicó Página 12.