La depresión

En estos tiempos que corren hoy en día, gozamos del avance de la tecnología, tenemos acceso a muchas cosas que la raza humana jamás se habría imaginado. Estamos interconectados a nivel mundial, pero como todo adelanto tiene su costo, este trae consigo el costo de la desintegración de la familia y el sentimiento de soledad. Y aunque tenemos todo para ser felices, es irónico que las personas se sientan cada vez más solas y aisladas, y esto trae consigo muchos efectos negativos como por ejemplo: la ansiedad y la depresión.

La ansiedad es una manifestación donde la persona espera un hecho negativo que aún no ha sucedido presentando síntomas como: insomnio, mareos, taquicardias, miedo a morir, miedo a estar en público y miedo a perder la razón entre otros.

La depresión es un estado de tristeza continua donde la persona experimenta: cansancio de vivir, fatiga, problemas para dormir (se despierta antes de tiempo sin poder volver a conciliar el sueño), ideación suicida y encuentra a la muerte como una solución.

De los dos trastornos, el de ansiedad y el de depresión, el más complejo para salir es el de la depresión, pues puede llegar a ser orgánico, es decir influido por el funcionamiento del cuerpo, y aunque con la ansiedad suceda en parte lo mismo, con la depresión la persona puede llegar a atentar contra su vida. Las personas que sufren de depresión suelen comenzar el día animados, pero a medida que corren las horas su estado anímico va empeorando. Fisiológicamente, la depresión se debe al debilitamiento y la pérdida constante de una proteína cerebral llamada Serotonina que nos produce la alegría de vivir.

¿Cómo sé que sufro depresión?

Nos podemos dar cuenta que estamos entrando en un cuadro de depresión, porque nuestro ánimo permanece con una intensa tristeza más de 14 días. Existen también episodios de llanto, autodiálogos como, por ejemplo: “no sé qué hago en esta vida”, “no tiene sentido esto para mí” o “sería mejor no estar vivo/a”. También si siento pocas ganas de luchar por vivir, puede ser un rasgo de depresión. Ver la muerte como una solución es otro indicador que estoy en un estado de tristeza profunda.

¿Qué puedo hacer si me siento así?

Cuando tenemos indicadores que sufrimos depresión, lo primero es tomar consciencia que la depresión más allá de ideas o un cuadro psicológico suele ser algo orgánico, es decir, que debo acudir a un especialista para pedir ayuda. Lo otro es acercarme a alguna comunidad, ya sea por redes sociales o presencial, donde haya otras personas que se sientan de la misma forma. Esforzarme por salir al sol al menos 30 minutos al día puede ser de mucha ayuda, ya que hacerlo activa la vitamina D en la piel que es un antidepresivo natural. Poner todo de mi parte por caminar un rato al día, pues la actividad física despierta las funciones en el cerebro que en los casos de personas deprimida suelen ser muy reducidas. Es muy importante vigilar los autodiálogos pues estos nos programan para sentirnos de tal o cual manera. Finalmente deseo animarte a que recuerdes que estás en este mundo por un propósito, que no existen las casualidades y las bendiciones que tanto esperas vendrán a ti. No pierdas el ánimo si no tienes la contención que deseas en tu familia sanguínea, pues eso suele ser más común de lo que crees, pero siempre habrá personas que te quieran. Por último, ten presente que Dios que es nuestro Creador, jamás dejará que pases necesidades de ningún tipo, en especial las materiales y las afectivas. La vida es como las estaciones del clima, existe un otoño donde las hojas que quizás sean tus sueños se caen, el invierno donde todo es gris, la primavera donde tus sueños vuelven a tomar forma y el verano donde cosechas lo que más esperas. Tú solo resiste, que todo pasa, todo cambia, y esto también pasará.

Fabián Zelonka, Coach Escritor