
La apicultura es una actividad federal, que cuenta con más de diecinueve mil apicultores inscriptos en todo el territorio argentino, con un notorio impacto en el desarrollo de las economías regionales, no solo dando trabajo a cientos de familias sino también a empresas que son parte de la cadena.
La producción de miel alcanza en promedio unas setenta y cinco mil toneladas anuales a nivel nacional y se destina más del noventa por ciento al mercado de exportación convirtiendo al país en uno de los mayores exportadores a nivel global.
Como muchos sectores de nuestra industria y del campo somos dejados de lado
¿Por qué lo decimos?
Porque somos apicultores independientes que desde hace 4 años vendemos miel a granel, para exportación, al mismo precio, entre los $300 y $350 el kilo.
Al exportar, se paga a dólar oficial, mientras que compramos nuestros insumos a dólar blue, siendo este nuestro principal problema: la brecha cambiaria.
Explicando esto sencillamente, quien compra la miel desde el exterior deposita dólares, siendo convertidos en el banco central, entregando pesos al productor.
Es así que mientras el precio de la miel sigue siendo el mismo, nuestros insumos aumentaron. Ejemplo de esto son:
– Glucosa, necesaria para alimentar las abejas en invierno, en febrero 2023 se pagaba $67 el kilo, hoy $275, necesitando aproximadamente 4 kilos por colmena.
– Azúcar, también necesaria para alimentar las abejas, la bolsa de 50kg, en febrero 2023 costaba $2.500, hoy ronda los $39.000.- aproximadamente.
– Tambores, cuando siempre se pagaba U$35 dólar oficial, hoy en día se paga aproximadamente U$80.- cada uno, también aproximadamente.
– Incrementos en los combustibles, necesario para el transporte de estas.
– Impuestos: 10% de retención a las ganancias.
– Incrementos de otros gastos fijos.
Sumado a esto, la situación económica global, principalmente en Europa, y el clima de estos últimos años, donde la cosecha ha disminuido nos encontramos planteándonos disminuir nuestro personal, vender nuestros equipamientos y/o buscar otros rubros, porque no llegamos a cubrir nuestros gastos.
Es importante aclarar que somos apicultores profesionales encargados de cuidar y mantener a las abejas en la sociedad, ya que sin ellas no existiría la polinización afectando la producción de cultivos esenciales para la vida humana.